INTRODUCCIÓN

Un fantasma recorre los centros de enseñanza de todos los niveles, el fantasma del pensament crètec.
Del mismo modo que el Barça «és més que un club», podría decirse que el pensamiento crítico —cuyo sistema vamos a desarrollar— es «más que pensamiento crítico». Para no confundirlo con algo tan arcaico, soez y chabacano como el discernimiento racional según criterios verdaderos, conviene denominarlo de otro modo: pensament crètec.
El pensament crètec se asienta firmemente en falacias, sesgos cognitivos y sofismas contrastados durante siglos. De ahí su éxito. El engranaje de este sistema está sólidamente engarzado y funciona con la exactitud de un reloj suizo: no tanto porque dé la hora, sino porque jamás admite que pueda estar equivocado. A continuación, expondremos sus elementos more geometrico.